Por Edward Fuentealba, director técnico de ATAMOSTEC
Gran parte de las actividades que se realizan en la región de Antofagasta se basan en la minería, el turismo y la energía, con especial foco, en los últimos años, en el desarrollo de las energías limpias, es decir, aquellas que no generan emisiones y utilizan fuentes no contaminantes y alternativas, donde la región presenta un gran potencial.
Dentro de estas últimas destaca la energía solar, que por su amplia distribución geográfica puede aplicarse a distintos tipos de soluciones, desde la construcción, los puertos y caletas, hasta la agricultura del desierto o el desarrollo de la industria minera.
Acá cobra relevancia la energía solar fotovoltaica, pues la considerable reducción de precios que está alcanzando esta tecnología nos permitirá disponer de energía a bajo costo para suplir procesos industriales o necesidades que presenten las ciudades.
Asimismo, se proyecta que esta disminución de los costos de la energía generada a través de la tecnología fotovoltaica impactará principalmente en la optimización de los sistemas solares, tanto en el balance de sistemas y en la operación y mantención (O&M) y, por lo tanto, en rebajar al máximo los OPEX de las instalaciones.
El siguiente paso en esta línea vendrá con el desarrollo de disrupciones tecnológicas y la incorporación de nuevas tecnologías fotovoltaicas que reemplacen el actual insumo principal, que es el silicio, y que ya está llegando a sus límites ideales de eficiencia.
Adicionalmente, la reducción de los precios de la energía fotovoltaica permitirá la viabilización de otras fuentes o combustibles energéticos como el denominado hidrógeno solar o hidrógeno verde, con enormes posibilidades de desarrollo de la región de Antofagasta y toda la zona norte de Chile.
El importante rol de ATAMOSTEC
Desde el consorcio ATAMOSTEC hemos podido realizar importantes contribuciones al desarrollo de la energía solar, especialmente en zonas desérticas y de alta radiación, en base a nuestra experiencia y el aporte de nuestros socios estratégicos.
¿Qué hemos hecho hasta ahora? Destaca el desarrollo de tecnologías y a la obtención de información y data estratégica, particularmente de caracterización territorial, un punto crucial en la decisión de dónde invertir, cómo diseñar y dónde instalar este tipo de plantas para poder maximizar su eficiencia y disminuir sus OPEX, elementos cruciales para su desarrollo.
A esto se suman nuevas iniciativas de reciclaje o reutilización de módulos para darles una nueva vida útil y llevar parte de esta energía a las comunidades rurales de la región a costos mucho más asequibles.
En resumen, nos encontramos frente a una oportunidad única de catalizar el desarrollo del hidrógeno verde, junto con aportar a la economía circular al disminuir las emisiones y residuos que puedan surgir tanto de esa industria como la solar en general y, en definitiva, impulsar el desarrollo de la región con tecnologías de punta para Chile y el mundo.